lunes, 8 de noviembre de 2010

Pensando un tema para mi tesina...

“Relato”

Comencé a trabajar como “docente de informática” en el año 1993, no fue lo que se dice “un acto vocacional”, en ese entonces estaba cursando la carrera de ingeniería en sistemas en la UTN reg Bs As y, como la mayoría de los estudiantes, me las arreglaba para sobrevivir, una amiga, también estudiante de sistemas, me ofreció un cargo que ella no podía tomar, en un colegio primario, era una suplencia y todo estaba mas o menos armado, tal como esta relatado en el apunte de la unidad n°1, era la época del LOGO, había una serié de cuadernillos, preparados por la docente titular, teóricamente en conjunto con los docentes, y mi tarea era la de preparar el laboratorio y asistir a los docentes de grado en la resolución de los ejercicios ….. todo parecía fácil, era cuestión de prender los equipos, mantenerlos funcionado y ayudar al docente cuando tuviera algún problema… iluso! Era la época en que la computadora ingresaba a la escuela, en general privada, de la misma forma que se incorporaba “masivamente” a la sociedad, como un elemento cuasi mágico, que aseguraba, a aquel que “poseyera el saber” un futuro prominente y a la vez dejaba fuera, incluso de sus trabajos, a aquellos que no eran capaces o no tenían la oportunidad de reconvertirse en usuarios de estos “temibles aparatos”. La sala de informática “había aparecido” en la escuela de la noche a la mañana, mas como un recurso publicitario que pedagógico…. Regresando al relato, en cuanto los niños ponían un píe en la sala los docentes se esfumaban, en el mejor de los casos se quedaban corrigiendo de espalda a las maquinas, ni ellos ni Yo estábamos preparados para este “encuentro”…., las computadoras habían llegado a la escuela sin ninguna planificación, primo la “urgencia” de la demanda … era “una cosa” que había que saber…. Y bastaba con que estuvieran en las escuelas, para que “los docentes que todo lo saben” le dieran buen uso … la revolución de la educación había comenzado!!!(al menos en los “papeles”) … La reacción de los docentes era lógica, la misma de cualquier otro trabajador, por un lado el miedo al reemplazo y por el otro comenzaba a gestarse la idea de “brecha generacional” …. Pero por suerte los docentes no estaban solos en este encuentro, las salas de informática venían con un “auxiliar de laboratorio” , en algunos casos, o “profesor de informática”, en los casos del paquete full, estos ayudarían a los docentes a incorporar estos nuevos recursos a las aulas…. En general estos raros especimenes ERAMOS técnicos, sin formación pedagógica y con una lógica y lenguaje diametralmente opuesta a la de los docentes … los comienzos fueron complicados!!! Sin embargo el trabajo en la escuela comenzaba a gustarme, al poco tiempo comencé a trabajar como auxiliar técnico pedagógico en un colegio que tenia los tres niveles, inicial, primario y medio. Mi primer tarea fue la instalación de los nuevos laboratorios, era el momento de reemplazar las viejas “TALENT” con logo por las nuevas PC conectadas por una red NOVELL, que yo instale, con Windows 3.1 y software educativo. Participe de toda la reconversión, no solo del equipamiento … tuve la suerte de dar con un grupo de docentes, con ideas muy avanzados para el momento, con ellos descubrí el concepto de “informática educativa”, el trabajo en equipo e interdisciplinar… tome contacto y comencé a formar parte de “fundaustral”, fundación dedicada al estudio y difusión de la informática educativa y comencé a capacitarme en el área y mi perfil se fue modificando de técnico a docente.

Como dice Charly García…”el tiempo paso” , entre la organización de congresos con “Fundaustral”, excelentes espacios de formación, búsqueda, confección y análisis de software para el uso de los docentes en las aulas, reparaciones de pc, instalación y mantenimiento de redes, la reconversión de la ley federal para técnicos y el dictado de clases en nivel medio, interactuando con docentes de diversas materias y utilizando principalmente los “paquetes de oficina e internet, cuando estuvo disponible.

Hoy me desempeño como referente TIC en un Instituto de formación docente, trabajo como formador de formadores, tratando de generar espacios de discusión y reflección entorno a la incorporación de las tecnologías a la educación. Hace dos años presente un proyecto llamado “Aprender y enseñar en la sociedad red”, fue aprobado y se esta desarrollando, la idea es la de generar un grupo de docentes, “Referentes tic”, que trabajen en pareja pedagógica con otros docentes del ISFD en proyectos que incorporen TIC en la práctica docente, el objetivo es que estos proyectos tengan un espacio de diagnostico, planificación, ejecución, evaluación y documentación, también debe haber un espacio de intercambio y evaluación con los estudiantes. Luego los docentes participantes del os proyectos funcionan como multiplicadores al interior del ISFD. Entiendo esta es una de las formas de comenzar a cambiar una situación que poco a cambiado desde los inicios, la falta de planificación de la incorporación de los recursos tecnológicos a las escuelas, las capacitaciones que plantean cambios mas de forma que de fondo, diseños curriculares que “plantean soluciones simples a problemas complejos” , una institución escuela que parece no dar cuenta de los cambios sociales que se producen “fuera” de sus paredes y la ausencia de políticas educativas acorde a la época.

El problema de la incorporación de los recursos tecnológicos a las aulas es un proceso que requiere de reflección, capacitación y trabajo en conjunto... docentes y estudiantes… e implica mucho mas que una faceta instrumental.

Bueno en este camino estamos…. Sigue siendo complicado, pero ala vez muy interesante y satisfactorio.

Damian

lunes, 12 de abril de 2010

¿La Universidad tiene un valor protagónico en la “Sociedad del conocimiento”?

Ante la pregunta, en principio diríamos que Sí, pero se hace necesario puntualizar a qué universidad nos estamos refiriendo. Creo en la universidad pública como espacio de “reconstrucción de ciudadanía”, ciudadanos críticos de los procesos sociales consecuencia de la misma, profesionales calificados “que al culminar su carrera universitaria tienen que erguirse ante el mundo ya con una nueva visión de él, de si mismos y de su misión social”.
Uno de los aspectos que diferencia a la sociedad del conocimiento, es justamente el rol que el conocimiento juega, ya no solo en la toma de decisiones, sino como materia prima para realimentar la máquina que decide quien queda excluido y quién no. Es en este contexto que el paulatino proceso de diversificación, en cuanto al tipo y modalidad de las ofertas educativas, así como su extensión en cuanto al “territorio” que las unidades académicas cubren - a través de convenios con otras instituciones educativas, acuerdo con los poderes públicos, municipios, gobiernos provinciales etc. - que permiten que habitantes de espacios alejados de las grandes urbes tengan acceso a estudios superiores, significa un proceso de democratización e igualdad.
Entiendo que también es fundamental el rol de la Universidad pública como espacio de reflexión, discusión y militancia que permita ejercer el co –gobierno para seguir avanzando en los ideales de “la reforma del 18” a la vez que ir reformulándolos y ajustándolos a la coyuntura actual, que la universidad pública ayuda a leer críticamente.
“La instalación en el futuro y la incorporación de la visión prospectiva, harán que la educación superior contribuya a la elaboración de los proyectos futuros de la sociedad, inspirados en la solidaridad, en la equidad y en el respeto por el ambiente…(Dr. Carlos Tünnerman)
Sin embargo, lo antes dicho, estimo que se contrapone con el rol que en la producción de conocimiento y lectura de la realidad tiene la Universidad privada en tanto gestora de conocimientos tecnocráticos y utilitaristas, más unidos a la reproducción acrítica de la realidad hegemónica que a su lectura crítica y construcción consecuente en pos de sociedades pensadas como inclusivas y más horizontales. En este sentido no podemos decir que en la Universidad privada no se genera conocimiento, sin embargo lo que sí hay que poner en cuestión es la utilidad y la direccionalidad del conocimiento que se genera.
Si bien debemos decir que durante décadas el modelo de universidad fue el de la Universidad pública, también es cierto que, fundamentalmente a partir de los ’90, se impuso el modelo de universidad privada, como un intento falaz de separar conocimiento de concepción política del mismo.
Es desde aquí que estimo que la Universidad pública debe recuperar el terreno cedido – no sin conflicto - en los 90, volviendo a poner sobre la mesa que el conocimiento es político, ya que encarna una direccionalidad determinada, que es fundamental explicitar en pos de la legitimidad de los proyectos o políticas que se generen a partir del mismo.