Al repensar los ejes de cambio señalados, se desprende que las nuevas tecnologías han sido la puerta de entrada de nuevos paradigmas que impactan en la vida cotidiana de las instituciones educativas y de los docentes: hay que formarse, trascender la disciplina que se está enseñando, conocer nuevas herramientas tecnológicas, saber integrarlas a las propuestas pedagógicas evaluando sus potencialidades, relacionarlas con lo que siempre se ha hecho pero “hacerlo mejor”, probar cosas innovadoras, no dejar que el “tren de la modernidad” nos deje “de a pie”, etc. Todo ello en general, en el mismo tiempo y espacio con que se contaba antes”. (Módulo Alfabetización Digital, eje 3, Capacitación FOPIIE, 2007)
Entiendo que en la triada docentes - contenidos - estudiantes, las tic presentan un doble desafío, por un lado el de “tender puentes comunicacionales”, entre docentes y estudiantes, en tanto elementos que forman parte del cotidiano de estos últimos e inciden de manera drástica en la forma en que los mismos se relacionan con sus pares y su entorno. Pero a su vez se convierten al mismo tiempo en “objeto de estudio en uso”, no solo en su faceta instrumental, sino como elementos que forman parte de nuestro cotidiano y sobre los cuales es necesario realizar una profunda critica reflexiva. Para que esta critica reflexiva sea posible es necesario que se de el paso de “una educación centrada en los docentes” a “una educación centrada en los estudiantes”, que le brinde al mismo la posibilidad de construir estructuras significativas para luego apropiarse de esas habilidades que le permitan interactuar eficazmente con su entorno, un pasaje necesario y lógico que debe darse en el marco de la “escuela del nuevo siglo”
Ante las preguntas ¿estamos los docentes capacitados para este desafío?....Buscando una respuesta yo iría un poco mas lejos… ¿Está la “Institución” escuela preparada para el cambio? ¿Hay políticas educativas acordes al nuevo entorno en el que está inmersa la escuela?... “El huevo o la Gallina”… En función de estos interrogantes, y tratando de buscar un punto de partida para tratar de contestarlos, recurrí a Hargreaves…
Hargreaves sostiene que la “profesión” docente esta interpelada por una serie de “Cuestiones Paradójicas”…
“Por un lado, se espera que los docentes sean capaces de conducir un proceso de aprendizaje que propicia en los alumnos el desarrollo de las capacidades para la innovación, la flexibilidad y el compromiso necesarios para su desenvolvimiento en la emergente sociedad de la información.
Por otro lado, se espera que los docentes y las instituciones educativas mitiguen y contrarresten problemas característicos de nuestros tiempos: profundas desigualdades económicas, desigualdades en el acceso a los medios simbólicos, excesivo valor del consumismo, disgregación del sentido y la pertenencia comunitarios.”
“Estos objetivos se presentan en sí mismos como opuestos. Más aún, Hargreaves sostiene que la tarea y la función docentes están encerradas en un triángulo de intereses e imperativos en competencia:
Ser impulsores o promotores de la sociedad del conocimiento y de todas las oportunidades que promete.
Ser los cuestionadores de esta sociedad y de la globalización y sus efectos en la exclusión social y en la creciente inseguridad existencial de las personas.
Ser “víctimas” de las políticas de la globalización, en la que –a pesar de las crecientes expectativas declaradas respecto de la educación las políticas tienden a favorecer soluciones educativas con menores costos.”
Hargreaves sostiene que estas tres fuerzas están dando forma a la naturaleza de la enseñanza y a lo que quiere decir “ser docentes” en la actualidad.
¿Cómo pueden ser los docentes los agentes de un cambió del cual no fueron partícipes? ¿Cómo pueden incorporar prácticas que no formaron parte de su formación inicial? Mas aún ¿Cómo pueden aplicar lo que aprenden en sus capacitaciones si la institución maneja un código diferente a las mismas?..., “Tratamos de enseñar saberes del siglo XXI en una escuela pensada para el siglo XIX”… evidentemente esto es incompatible, no es el objeto de este ensayo analizar el “Mandato fundacional de la escuela”,pero basta con recordar que surge en el marco de la Revolución Industrial, la conformación de los Estados Nación, las escuelas fabrica … ¿la sociedad de hoy es la misma??? ¿Cuánto cambió? ¿La “Institución escuela” acompañó ese cambio? … Creo que el debate trasciende el de la incorporación o no de las NTIC en las escuelas … recién cuando nos demos ese debate, cuando los diseños curriculares sean debidamente reformados …incorporaremos de forma natural los elementos que forman parte del entorno “de la institución escuela” … en realidad la escuela pasará a formar parte de ese entorno…. ¿Y MIENTRAS TANTO??? … La realidad es que, al menos, se escuchan vientos de cambio, por ejemplo, el INFOD (Instituto Nacional de Formación docente) propicia algunos de estos cambios en la formación inicial de los docentes … al menos en la relación escuela – docentes – incorporación de nuevas tecnologías y saberes. Las últimas capacitaciones para docentes en las cuales participe como capacitador planeaban una óptica distinta a las tradicionales, no eran capacitaciones instrumentales, sino que pretendían un análisis mucho mas profundo de la relación “Sociedad, cultura, Educación y nuevas tecnologías” …creo que el cambio, una vez mas, no se desarrolla con la velocidad y profundidad con que cambia “el afuera”, pero se está comenzando a dar y a discutir, y eso creo es muy importante … ¿Cuáles son las formas de contribuir con este cambió? … participando, siendo multiplicadores, trabajando en nuestras escuelas con los docentes, no enseñándoles a utilizar el Word, sino tratando de reflexionar con ellos el porque ese aparato que está allí y increpa de la forma que lo hace… y seguir, seguir trabajando y participando de todas las instancias que se presenten, capacitaciones, congresos, jornadas, etc. Pero ya no como espectadores, sino como partícipes convencidos de que este cambio es posible…¿El Huevo o la Gallina?
Damian
Bibliografía